Sábado a las diez, solo entre tantos rostros, golpeado por el invierno entre luces que no arden. Miradas de desprecio hoy se ha fijado en mí, nunca creí ser especial, sólo intentaba respirar.
La verdad no me importa cuánto puedas tener, la gracia de tu status social. Religiones y razas, ¿cuánto crees valer? Espero no volverme a equivocar, pues no estoy dispuesto a aceptar escucharte hablar de cosas que en realidad no valen nada. No sé si vaya a volver, no logras entender que a este lugar yo no pertenezco.
Sábado otra vez, solo entre los mismos rostros oyendo a tus amigos yupis hablar de sus apellidos. Tanta elegancia no te logra hacer feliz, su mayor temor es llegar a parecerse a mí.
Vivo tranquilo sin tantas cosas que cargar, no por ello soy especial. Soy diferente pues yo decido cómo actuar, para ser feliz no necesito aparentar, pues no estoy dispuesto a regresar a tus marcas y poses que en realidad no valen nada. Aunque quisiera volver tú no logras ver más allá de ese lugar a donde yo no pertenezco.
Al fin amanece y me logro entretener con quien me puedo alcoholizar. Y mis amigos brindan al verme volver y se abre otra botella más. No les interesa juzgarme por ser quien soy, ni a dónde voy, qué traigo puesto, qué comí hoy, ni cómo diablos llegue aquí desde ese lugar a donde yo no pertenezco.
La verdad no me importa cuánto puedas tener, la gracia de tu status social. Religiones y razas, ¿cuánto crees valer? Espero no volverme a equivocar, pues no estoy dispuesto a aceptar escucharte hablar de cosas que en realidad no valen nada. No sé si vaya a volver, no logras entender que a este lugar yo no pertenezco.
Sábado otra vez, solo entre los mismos rostros oyendo a tus amigos yupis hablar de sus apellidos. Tanta elegancia no te logra hacer feliz, su mayor temor es llegar a parecerse a mí.
Vivo tranquilo sin tantas cosas que cargar, no por ello soy especial. Soy diferente pues yo decido cómo actuar, para ser feliz no necesito aparentar, pues no estoy dispuesto a regresar a tus marcas y poses que en realidad no valen nada. Aunque quisiera volver tú no logras ver más allá de ese lugar a donde yo no pertenezco.
Al fin amanece y me logro entretener con quien me puedo alcoholizar. Y mis amigos brindan al verme volver y se abre otra botella más. No les interesa juzgarme por ser quien soy, ni a dónde voy, qué traigo puesto, qué comí hoy, ni cómo diablos llegue aquí desde ese lugar a donde yo no pertenezco.
No Pertenezco - Diazepunk (buena, ¿no?)
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