Mucho ruido hemos escuchado sobre
la nueva propuesta de Ley Universitaria promovida por el congresista Daniel Mora, pero al parecer qué poco se ha entendido y debatido sobre ella, o al menos, aún falta mucho pan por rebanar.
Después de revisar la Ley Universitaria, veo que los cuatro grupos no encuentran muchos espacios comunes de discusión. Esto quiere decir que se abren muchos frentes de batalla (o lucha, como dirían los dirigentes estudiantiles), demasiados para ser cubiertos por la prensa y el escrutinio de la opinión pública, lo cual hace que no me entusiasme para nada la promulgación de la mencionada ley.
La única y aceptable "masticada" al proyecto de ley que he visto (no simples memes sin argumentos) fue realizada por Eduardo Villanueva, catedrático de la PUCP, quien ha mencionado que
esta iniciativa del congreso es un desastre en potencia. En su artículo no sólo se habla de autonomía universitaria, sino también de la gobernanza, del detalle y la ambigüedad presentes en este documento preliminar.
Mis comentarios y temores sobre el dictamen de la Ley Universitaria (o Ley Mora):
1. Los decanos concentran más poder en la toma decisiones adquiriendo atribuciones que antes eran sometidas al voto del Concejo de Facultad. Por ejemplo, "el Instituto de Investigación está dirigido por un docente designado por el Decano".
2. Siendo licenciado o titulado puedes dictar en el pregrado; siendo magíster no puedes dictar en una maestría.
3. Según el marco de convalidaciones de grados, si estudias en España una maestría de menos de 2 años, no sería considerado una maestría para el Perú; si eres aceptado directamente al segundo año de una maestría en Francia, no sería considerado una maestría para el Perú. No se hace mención a convenios internacionales que permitan mecanismos de validaciones.
4. Los representantes estudiantiles no pueden recibir rentas. Estoy de acuerdo.
5. La permanencia máxima un estudiante en la universidad es de dos años. Pasado ese tiempo pierde la condición de estudiantes. No soy abogado pero, ¿cómo se cuentan esos periodos de exceso? ¿y los que suspenden su matrícula por motivos de salud, o eso va al reglamento?
6. Se le exige al estudiante un mínimo de 16 créditos para mantener su condición de alumno regular. ¿Por qué fija por ley el número de créditos que responde a la naturaleza de cada universidad? (Hola, en la UNI, el mínimo de créditos es 11).
7. Se mantiene la "Homologación Docente", ¿por qué?: Las remuneraciones de los docentes de las Universidades públicas se homologan con las correspondientes a las de los Magistrados Judiciales. En cuanto a los docentes de universidas privadas: Sus remuneraciones no podrán son menores a las que perciben los docentes de las universidades públicas en el nivel correspondiente. Eso quiere decir que por transitividad... oh wait.
8. Por fin el representante de los graduados tiene derecho a voto. Good.
9. Para ser representante estudiantil en la Asamblea Universitaria, un estudiante debe pertenecer al tercio superior y haber aprobado como mínimo 5 semestres académicos. Por otro lado, en otro párrafo se menciona que los estudiantes pueden ser representantes en los diferentes órganos de gobierno si pertenecen al quinto superior y poseen 36 créditos aprobados (lo que en la UNI vendría a ser como haber terminado el tercer ciclo, con créditos de exceso). ¿A qué se deben estos criterios? ¿El estudiante con más eficacia en los exámenes puede ser mejor representante estudiantil? ¿Estamos hablando de un premio académico o la confianza que se recibe de los electores?
Si para Google "el currículo académico no sirve para nada", ¿por qué tendría que servir en extremo para la representación?
10. Se habla de incubadoras de empresas, cuyos "miembros de los órganos directivos y ejecutivos pueden recibir dietas por el desempeño de sus cargos". Atención con esto, que a muchos se les va a dar sed de dinero.
11. En un momento se habla de "maestría" como estudios "basados en la investigación", luego se habla de "maestría de investigación o académica". ¿Qué es una maestría académica entonces? Aquí falta pulir ciertas definiciones.
12. Se define lo que es una "Segunda Especialización Profesional" (la Ley actual sólo la menciona) como "estudios regulares en un área definida no menor a 40 créditos". ¿Entonces dónde entran los masters que uno hace en ESAN, Centrum, Pacífico menores a 2 años o los casos mencionados con anterioridad en los ejemplos de Francia y España? ¿Al sector privado nada más?
13. La idea de una Superintendencia Nacional de Educación Universitaria tiene buenas intenciones (finalmente se termina con ese club llamado "Asamblea Nacional de Rectores"), sin embargo su composición no parece demostrar absoluta independencia: un representante del Ministerio de Educación (quien depende del Gobierno), un representante del CEPLAN (quien depende del gobierno, aunque confío en el perfil autócrata de este organismo), un representante del CONCYTEC (me parece bien), miembros designados por las universidades públicas y privadas (2 de cada parte) que tengan la mayor cantidad de carreras acreditadas (¿por qué las universidades que tienen más acreditación debería tener poder sobre el resto?), un miembro de los colegios profesionales (sin objeción) y un representante de los sectores empresariales (¿la CONFIEP diseñando políticas "educativas" y decisión de cancelación de universidades?).
14. ¿Por qué el tipo de gobernanza en las universidades públicas se mantiene? Quiero decir, este esquema de Consejo Universitario y Asamblea Universitaria ha salido ileso de la "reforma" que quiere dar el gobierno. Revisando el
"Academic Ranking of World Universities" de la Universidad de Shanghai (sí, ese ranking que los dirigentes estudiantiles sacan en cara a las autoridades cuando se habla de Calidad Universitaria), no he encontrado universidades estadounidenses o europeas, que es a donde supuestamente siempre hacemos referencias, que tengan esa suerte de "Poder Ejecutivo" y "Poder Legislativo" de una romántica República Universitaria (ver
entrevista de Chichi Valenzuela a José Dextre Chacón, de quien rescato este punto). A lo máximo, pude encontrar una Presidencia o Directorio y un Consejo de Administración que no se comparan a ese monstruoso aparato organizacional que domina nuestras universidades peruanas. Pongo el ejemplo de Francia, a quienes muchos critican de ser un país con organizaciones muy burocráticas: La Universidad Aix-Marseille, la que tiene mayor población estudiantil en su país (70 000 estudiantes) y es pública, tiene un consejo de administración de 30 miembros. La UNI, con 11 mil estudiantes, tiene una Asamblea Universitaria con 63 miembros. Sí, algo como el Senado Galáctico de Star Wars.
Una (auto)crítica a los que participan o participamos en el movimiento estudiantil. Hasta el momento, las organizaciones de estudiantes no han podido conectar con la población, como sí lo han hecho en Chile. El ciudadano chileno sufre porque tiene que endeudarse durante muchos años para poder acceder a una educación que le permita mejorar sus condiciones de vida y el movimiento estudiantil chileno ha sabido interpretar eso y dar una propuesta: una reforma tributaria y la necesidad de terminar con el lucro de la educación. ¿Sabemos qué es lo que quiere el ciudadano peruano? ¿Hemos podido interpretar sus necesidades y articular propuestas? ¿Por qué las personas solamente creen que la solución es "eliminando la mamadera a los rectores" o "exterminando a los estudiantes eternos"?
Después del duro golpe del fujimorismo a la organización estundiantil hasta el momento, el liderazgo del "movimiento" no ha enganchado con la opinión pública, probablemente porque no hay propuestas claras, porque se percibe más un sesgo partidario por parte de sus miembros más que una traducción clara de lo que el país necesita. Vamos, ¿por qué detenerse con una bandera que nadie comprende como la de luchar contra el límite la desaprobación de un curso dos veces para mantenerse como estudiante? ¿Dónde está lo represivo en eso si en Alemania (a donde supuestamente apuntamos) el límite es sólo una vez? ¿Por qué hacer slogans de lo menos importante?
Finalmente, mucho se dice de que los actuales representantes estudiantiles de la FEP, por ejemplo, no representan a nadie...
Pues, es la hora de que los estudiantes disconformes con lo que proponen "los rojos" (se lo he escuchado a varios compañeros durante la universidad) y tengan buenas ideas que ayuden al debate dejen de tener "miedo a la política" ("porque yo vine aquí a estudiar"), entren a la escena y sepan comunicarla a los ciudadanos. Ojalá que no sea demasiado tarde.
Y ya sabes: ¡Lee
el documento del dictamen (que felizmente
se modificará) antes de emitir opinión!