domingo, 9 de noviembre de 2008

Obama y la Fiebre Mundial


La Obama-manía sigue su camino, acabo de ver un reportaje de Reporte Semanal al despertar, los blogs siguen comentando, los noticieros hacen más notas y Facebook estalla de algarabía. Es admirable el logro de Obama al ser elegido presidente, un hecho histórico que enorgullece e inspira a las comunidades afro alrededor del mundo. Esto también es un buen indicador de que el pueblo estadounidense quiere un cambio real.

Sin embargo, al igual que Aldito, veo demasiada emoción y buenos deseos esa elección. Me acordé que cuando tenía 15 años estaba contento (y creo que mucha gente) porque Alejandro Toledo había sido elegido presidente. Luego de 5 años vimos los resultados, ¿no? La corrupción siguió, algunas mejoras macroeconómicas, pero no vi cambio radical en el país.

Puedo encontrar algunas similitudes con eso: la existencia de un candidato perteneciente a una raza relegada, cuya elección significa un cambio radical para el país y un acto reivindicativo para las minorías. Evidentemente, son deseos con poca probabilidad de realización.

La cosa es simple. Obama retirará tropas de Irak (muy lentamente) pero se mantendrá firme en Afganistán (donde pasa el gas). Es casi la misma movida que hizo Zapatero cuando salió elegido por primera vez: se rasgó las vestiduras por la guerra de Irak pero sus tropas se conservan en territorio afgano. Además el gasto publicitario del Partido Demócrata se aproxima a los $250 000 000. ¿Quién puso el billete y cuál es la compensación? Business son business.

Chévere, Obama ganó y estamos contentos de que un hijo de padre keniano llegue a la Casa Blanca, pero así juega el mundo. Preguntarle a Condelezza Rice y a Collin Powell.

1 comentario:

Zajnóstiko dijo...

Gracias, Copenhague. Comprobaste el tema en cuestión.