Crónica del Lima Hot Festival: Conciertazo

Fui al Lima Hot Festival, decisión tomada semanas antes tras un breve debate interior: ¿R.E.M o New Found Glory?. No la pensé más.

Saliendo del trabajo, tomé un taxi, entré al estadio (¡por fin entré al Estadio Nacional!, qué triste) y encontré mi zona (Man on the Moon), a Yeka, su hermana y, minutos después, a Eruntale y Dmonkaz. Me chocó un poco la zona donde estaba porque estoy acostumbrado a estar en la parte más adelantada del público (así son los conciertos punk de 10 soles) viendo cerca a las bandas, pero "caballero no más".

Cuando llegué, los Turbopótamos arrancaron con Nakever, pero la escuché lenta. Es más, todas las canciones sonaron algo lentas. La gente no se movía (ja ja, pero qué se van a mover si muchos son treintañeros) pero mi cuerpo me invitaba a un pogo personal que pude contener. Tremenda decepción fue escuchar "No me meto", ¿escucharon al baterista?, no es el batero oficial y sonó pésimo. Esa noche, los geniales Turbopótamos no tocaron bien, faltó la chispa, la improvisación y el movimiento de la gente.

Siguieron los Cementerio Club, que nunca me gustaron ni me gustarán. Yo pensé que ellos arrancarían el concierto, pero algo me hace pensar que al baterista oficial de los Turbopótamos le pasó algo y no quedó otra que hacer el change de horario con Cementerio. El vocalista de éste grupo no habló nada, sólo lo hacía el guitarrista y hablaba tonterías: "¿Dónde están esos reggaetoneros? ¡Que se vayan a la mierda!". Wow, qué rocker sonó eso. Yo también bailo reggaton y cumbia, por si acaso, lo hago mal pero lo bailo.

Las bandas locales se fueron y empezó lo que la people estaba esperando: apareció Travis. Esta banda no me gustaba y lo decía bien alto, pero ayer me tragué mis palabras: las canciones que sabía de ellos regresaron a mí como verdades que no quise escuchar a los 16 años, y las canciones que me gustaban y que no sabía que eran de ellos me molieron a golpes por despistado. "Sing", "Side", "Why does it rain on me?" y el resto de canciones sonaron impecables. ¡Qué chévere sonaron las guitarras acústicas! Ese Francis Healy canta muy bien y se desenvuelve como un loco en el escenario. El concierto les quedó chico, pero la gente reconoció la calidad de la banda y los escoceses se fueron ovacionados.

Finalmente le tocó el turno a R.E.M. ¿Por qué demoran tanto? ¿será que Michael Stipes se volverá a pintar los ojos como faraón? La aparición de R.E.M. tardó por todo el montaje que se tuvo que pulir para su presentación, pero valió la pena. "Living well is the best revenge" inició la locura de la gente, los efectos visuales agregaron más fuerza al show y los bailes estrambóticos de Michael divirtieron a más de uno. Me causó gracia la publicidad gratuita que le sigue haciendo la banda a Barack Obama, ¡y la gente se emocionó!, vaya, sigue la fiebre todavía.

"Imitation of life", "It's the end of the world", "Losing my religion", "Bad day" y"Man on the moon" me llevaron al más allá, la gente saltó, gritó. Más música, más barras, más olas, más luces, más flashes, más palmas, más frenesí.

Ese día noté la tremenda diferencia que existe entre las bandas locales y las extranjeras. No es por alienado (tan sólo sería un posero en término medio) ni por ser mala leche, pero tanto como las voces, sonido, montaje de luces y efectos y densenvolvimiento escénico de Travis y R.E.M. estuvieron a años luz de lo que hicieron nuestros compatriotas. De Cementerio Club lo puedo esperar, porque sé que los Turbopótamos siempre hacen excelentes espectáculos, pero ayer no fue así por algún motivo, y es el espectáculo lo que hace vibrar a la gente en los conciertos.

-"¡Veinte años los he esperado, carajo, veinte años!"- gritó un hincha algo cuarentón.

Apoyo totalmente los comentarios que hizo Santiago Silva en Conciertos Perú: la gente tiene que ir a los conciertos a gritar y saltar y no a quedarse parado filmando. La euforia es retroalimentativa entre el grupo y su público.

Gracias R.E.M y Travis por ofrecernos tremendo show. Salí con las piernas agotadas de tanto saltar y la voz hecha trizas por los gritos que di; y para colmo, caminar junto a cientos de personas por la avenida Arequipa para encontrar un maldito carro. Qué importa :D